Saga Landry (1) - Ruby - VC Andrews

Una de las mejores sagas que Virginia Andrews “escribió” en 1994. Ruby, es una adolescente que vive con su abuela en los pantanos de Louisiana; allí llevan una vida precaria y ella colabora con su abuela vendiendo pinturas hechas por ella misma, entre otros cacharros y comestibles, en un estante a orillas de la carretera.

A pesar de lo duro de la situación Ruby parece disfrutar de su vida en los pantanos. En el colegio conoce a Paul Tate, un chico muy atractivo hijo de una de las familias más adineradas de los pantanos y sólo cuando intentan establecer una relación formal, su abuela Catherine le revela una verdad que los mantendrá separados por largo tiempo. Este descubrimiento impele a Ruby a distanciarse de Paul con la excusa de que ella desea conocer otros chicos.

Mi puntuación:

Pero aquí no terminan las confesiones, la abuela Catherine tiene más que contar antes de morir. El padre de Ruby vive en la ciudad de Nueva Orleans y es allí adonde Ruby debe acudir una vez la abuela fallezca. Luego del funeral y de declararle a Paul la verdad acerca de su origen y las circunstancias que los unen, Ruby viaja a Nueva Orleans en busca de su padre; en donde se encuentra con la existencia de una hermana gemela; una copia citadina de ella misma.

A partir de ahora la cotidianidad en la ciudad se convierte en un torbellino de giros bruscos e inesperados para Ruby; mientras intenta adaptarse a un nuevo contexto debe hacer frente a la irrupción de nuevos personajes que producirán impactos penosos en su vida. Mantener una relación armoniosa con su hermana supone un reto adicional para Ruby, y un suceso decisivo trunca los planes de ambas. Ruby se culpa a sí misma por la desgracia y decide cargar con el peso de lo ocurrido, su penitencia será renunciar a sus propios sueños.

Esta novela, como todas las de Virginia Andrews, está cargada de catástrofe e incesto. Y como es habitual en la escritora, nunca aburre con su relato, pues siempre está ocurriendo algo imprevisto en la historia; y los contratiempos y descubrimientos se suceden todo el tiempo. Esta es una lectura fluida y fácil de concluir, sin duda el lector querrá continuar con la segunda parte de la saga.

Los villanos de la historia son perversos hasta lo indecible; y quizá lo más irritante de la obra es que los buenos reinciden en la estupidez una y otra vez; tal es el caso de Pierre Dumas (padre de Ruby y Giselle) que aunque se esmera por proveer un hogar cálido a Ruby, en realidad permanece al margen de cuanto sucede en su familia, y si llegara a intuir algo se sentiría abrumado ante el esfuerzo que representaría reunir el valor suficiente para enfrentar a su esposa o a su hija Giselle y darle a Ruby el lugar que le corresponde; optando por la alternativa fácil de dejarla a merced de las dos primeras. 

Ruby por su parte, es la típica protagonista que nació para sufrir, su vida está atestada por una sucesión de vicisitudes que conforman su trágica existencia. Esta niña a pesar de la experiencia no aprende nada de nada, pues sigue permitiendo que los demás abusen de ella sin emitir protesta alguna. Aquí acontece un claro ejemplo de las consecuencias nefastas a las que conllevan una influencia religiosa y supersticiosa arraigada desde la niñez; se refleja particularmente cuando Ruby asume la culpa de lo sucedido a Giselle como supuesta réplica de sus plegarias.

En mi opinión, la mayor decepción que le acontece a esta obra, es el hecho de que, aunque la novela fue publicada bajo el nombre de la autora VC Andrews, fue escrita en realidad por el autor Andrew Neiderman; relevo que se le adjudicó a Virginia después de su fallecimiento. Valga mencionar, para mayor desencanto, que gran parte de los libros conocidos de VC Andrews fueron concluidos, o bien compuestos en su totalidad, por el señor Neiderman. Siendo Flóres en el Ático la obra que más participación obtuvo de la escritora, fue en consecuencia la obra que contó con más publicidad, en comparación con las demás sagas como: La Saga Casteel, La Saga Cutler, La Saga Landry, La Saga Logan, entre otras, cuya intervención de Neiderman fue parcial o total; pero que la prosa y la trama fueron tan buenas como en Flores en elÁtico.

Ruby V.C. Andrews