31 oct 2015

La Señora Dalloway - Virginia Woolf


Escrita en 1925. Clarissa Dalloway dará una fiesta esta noche; para ello se dispone a comprar las flores que adornarán su casa y se encargará de los preparativos para la gran velada. Inesperadamente acude a su residencia un visitante, un antiguo novio suyo que no veía hacía tiempo y con quien sostiene una conversación superficial para evitar hacer alusión a episodios que Peter Walsh no desea revelar.

La historia se desarrolla a comienzos del siglo XX y describe los rasgos de la sociedad inglesa de entonces, siendo la señora Dalloway la típica mujer de clase alta que organiza reuniones a las que regularmente concurren los altos miembros de la comunidad.

Mi puntuación:


Esta obra es contada en tercera persona por un narrador omnisciente que alterna eventos y personajes que rara vez guardan relación entre sí. La novela narra los acontecimientos que toman lugar en un período de 12 horas, con retrospectivas a escenas pasadas de la vida de los personajes.

Considerada la obra más representativa de la autora, este trabajo está incluido en la lista de las cien obras más destacadas de la época.

Pues bien… yo difiero de las altas apreciaciones que ha suscitado este libro. Para empezar, esta lectura es de difícil consecución, el sólo ejercicio de concentración representa un acto heroico por parte del lector, siendo inevitable perderse entre sus líneas una y otra vez. Este fue mi tercer intento por concluir esta empresa y finalmente lo conseguí, pero no sin antes haber hecho un esfuerzo titánico de vencer el aburrimiento y el tedio. Perdí la concentración y el interés en cada página, y la experiencia se tradujo en una medida masoquista de mi parte.

Figúrese un saco lleno de cosas de diversa naturaleza que tras haber sido sacudido, su contendido es vaciado y esparcido sobre una mesa para que el lector establezca un orden y concierto: m-i-s-i-ó-n  i-m-p-o-s-i-b-l-e. La Señora Dalloway es una mezcla de eventos, personajes y reflexiones inconexas y seleccionadas al azar que en conjunto no cuentan nada. Es una historia detenida en el tiempo atestada de pensamientos y disertaciones banales descritas hasta el más nimio detalle. La lectura de este libro es un recorrido accidentado que cambia de dirección sin previo aviso, nunca sabemos de dónde venimos ni hacia dónde nos dirigimos.

En cuanto al rol central, ignoro por qué Clarissa Dalloway fue escogida como el personaje principal del libro. Tiene un carácter práctico, en ocasiones frívolo; y su aporte a la obra es tan minúsculo que raya con la trivialidad; de ahí que la autora invierta largos episodios introduciendo otros personajes y olvidándose de ella casi por completo.

El único punto de interés, sin embargo, lo constituye el personaje de Septimus Warren Smith, un sujeto maníaco-depresivo que sufre alucinaciones y que refleja la condición misma que padecía Virginia.

En un acto de tozudez me negué a pensar que una obra tan aclamada no guardara algún suceso trascendente en su desenlace y conservé la esperanza de encontrarme con un incidente que justificara la espera; pero nada sucedió al final y nunca supe a qué apuntaba este relato. Por primera vez no he sentido la necesidad de fijarme en los datos que pongo en una reseña, usualmente procuro hacerlo con el fin de no arruinarle la lectura al futuro lector, pero en realidad no hay nada relevante que contar.

En conclusión, no acerté a intuir lo que la escritora deseaba transmitir y la única utilidad que ofrece este libro, desde mi perspectiva, es la de evitarle la cojera a mi mesa de noche.

La Señora Dalloway - Virginia Woolf

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